Los verdaderos antisistema han tomado las cortes,los ayuntamientos, las diputaciones,las televisiones... .

sábado, 23 de mayo de 2009

¿que nos apostamos a que no?



La presión está siendo tan “insoportable” para muchos diputados británicos, que algunos de ellos advierten que podrían producirse suicidios. Miembros de la Cámara de los Comunes son abordados continuamente por la calle por ciudadanos airados, resultan abucheados en programas de televisión, sufren la humillación de ser forzados por sus partidos a abandonar la política y en algún caso ven atacadas sus propiedades.
En ese ambiente “todo el mundo teme que se produzca un suicidio”, según la diputada conservadora Nadine Dorries. “La atmósfera en Westminster es insoportable. La gente mira continuamente si los demás están bien. Todos temen un suicidio”, ha escrito en su blog.
Este viernes, la mayoría de los 646 diputados han salido de Londres para pasar varios días en sus circunscripciones electorales, aprovechando una semana de receso parlamentario. Allí tendrán que responder ante sus votantes de los detalles aparecidos en las últimas dos semanas en “The Daily Telegraph” sobre sus gastos.
¿Cómo explicará el “tory” Peter Luff que pagó con dinero público la compra de tres tazas de wáter? ¿O cómo el laborista Ian Gibson justificará haber gastado 80.000 libras de los contribuyentes en un piso en Londres en el que en realidad vivía su hija con su novio? Se trata de dos de los últimos casos revelados.
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha anunciado que Gibson se suma a la media docena de diputados laboristas que el partido estudia expulsar. Por su parte, el líder conservador, David Cameron, ha advertido al “tory” Anthony Steen que no vuelva a hacer declaraciones extemporáneas, como decir que las críticas que recibe en relación a los gastos en su mansión de campo se deben a que la gente es “celosa”.
La prensa considera que hasta cien diputados será forzados por sus partidos a no presentarse a la reelección a raíz de todo este escándalo. La vergüenza por la propia conducta en muchos casos, la incomodidad de todos en verse escrutados en detalles de su vida privada y las dudas sobre cómo se ganarán la vida si dejan la política podrían conducir a algún suicidio.