
ARIANA ARPA. 05.07.2009
La FAO informó hace poco que 1.020 millones de personas en el mundo sufren hambre crónica. La mayoría son agricultores de países pobres. Los líderes del G-8 prometerán en breve ayudas de varios dígitos. Pero a las promesas les siguen los incumplimientos. Sólo en 2008 los países ricos prometieron 12.000 millones de dólares para que los pobres hicieran frente a la crisis de los alimentos. Del total sólo han llegado a su destino 1.000 millones. Mientras, los países ricos gastarán para ayudar a bancos unas 70 veces más que lo que destinaron el año pasado a la ayuda oficial al desarrollo. Otro dato: el 25% de la población mundial, 1.700 millones de agricultores, no reciben la ayuda necesaria y tienen que enfrentarse solos a la volatilidad de los precios, al cambio climático y a la crisis económica. ¿Cuándo decidirán nuestros líderes cumplir sus promesas para terminar con estas cifras estremecedoras? [La autora es directora general de Intermón Oxfam]