Así lo explicaron algunos de los organizadores de este homenaje, para el que se espera una nutrida concurrencia en el paraninfo de la Universidad Complutense de la calle San Bernardo 49 en Madrid, el martes a las siete de la tarde. Tras las intervenciones, Maria del Mar Bonet cantará "Què volen aquesta gent", canción que compuso junto con Lluís Serrahima en homenaje a Ruano, y una exposición ofrecerá documentos gráficos y sonoros de la época. La convocatoria destaca el "coraje moral" y la "determinación política" del universitario inquieto que fue Enrique Ruano y de otras víctimas estudiantiles que, como él, se quedaron en el camino luchando por los actuales derechos y libertades en la adversa dictadura, y la deuda histórica que tienen con ellos las generaciones nacidas en democracia. "El de Enrique Ruano fue un caso paradigmático de impunidad judicial y política, además de un olvido por parte de la propia sociedad", declaró Manuel Garí, que firma la convocatoria junto con Lola González Ruiz, José María Mohedano, Margot Ruano y José Luis Zárraga. Todas ellas personas cercanas entonces al joven de 21 años, estudiante de Derecho de la Universidad Complutense, que murió el 20 de enero de 1969, precipitado desde un séptimo piso tres días después de su detención policial por arrojar propaganda en la calle durante unas jornadas de protesta contra el régimen de Franco. El movimiento democrático consideró su muerte un asesinato, hubo movilizaciones de protesta, Fraga decretó el estado de excepción y a falta de una investigación correcta y rigurosa de los hechos y de no prosperar la petición de varios abogados, la familia no logró reabrir el sumario hasta 1994, 27 años después. Tres policías fueron encausados y se presentaron nuevas pruebas, como la ausencia de un trozo de clavícula —serrado para borrar las huellas de un disparo—, pero se los absolvió por discrepancias en la valoración de la prueba médica pericial, con el voto particular en contra de uno de los miembros del Tribunal. "Si pasados 40 años al menos se puede hablar, los jóvenes podrán conocer esta trágica historia y tomar conciencia de que nadie nos regaló la libertad", subrayó Margot, hermana de Ruano y también recordó que su madre, Margarita Casanova, que murió hace cinco años sin ver desaparecer la palabra "suicidio" de la carátula del sumario, cuando en realidad fue una "macabra villanía", como lo calificó Carlos Castilla del Pino, psiquiatra que orientaba a Enrique en sus inquietudes juveniles. Al FLP, conocido como 'los felipes', pertenecieron personas relevantes de la sociedad actual como los políticos Joaquín Leguina y Pascual Maragall, el periodista Javier Pradera, el sociólogo Joaquín Arango, el investigador del CSIC Paco Alburquerque o el psicoanalista Francisco Pereña, entre muchos otros. Garí, que en aquel momento era el responsable del comité estudiantil y dirigente del Sindicato Democrático, destaca que el caso de Ruano no es ya un problema jurídico, sino de "conocer lo que sucedió" frente a la versión oficial, y "aún estamos a tiempo de impedir que esta mentira quede impune".