Nunca he sido muy proclive a los premios y condecoraciones que se entregan por el mundo. Y aunque muchos de ellos son dados con verdadero reconocimiento a la labor del premiado, también es verdad que en una gran mayoría se da el premio a quienes más convenga a los intereses de la entidad emisora, ya sea por coincidir con la línea de propuesta, por la fama del premiado, por una coyuntura expresa del momento o para quedar bien con un sector de la sociedad, ya sea político, religioso o social. Sin que esto nada tenga que ver muchas veces con el concepto intrínseco del premio otorgado.
Pero con independencia de todo esto, siempre podemos tener la sorpresa que el premiado se salga del guión impuesto por el otorgante del premio y las cosas para ellos se salgan de madre, es ahí cuando se produce el plan B, que consiste en silenciar y aplicar censura para que el glamour del momento sea lo que se le de resonancia y acallar las palabras del premiado si estas se salen del tono impuesto en la premiación.
Solamente que ya en nuestros días, muchas de estas cosas que antes funcionaban y lograban que la gran mayoría no se enteraba de lo que pasaba, hoy gracias a Internet, tenemos una ventana abierta a todos estos sucesos, principalmente para la gente joven que nacieron con las nuevas tecnologías en su corriente sanguínea y los no tan jóvenes que nos hemos subido al carro de ellas aun ha pesar que estas nos llegaron pelin tarde y que por lo mismo nos cuesta más trabajo para avanzar a su misma velocidad.
Este en si, es el preámbulo para contarles lo que ocurrió en la ultima entrega del premio Ortega y Gasset que otorga el diario el País.
Entre los invitados especiales se encontraba la Vice-presidenta del Gobierno Maria Teresa Fernández de la Vega, el Presidente del Senado Javier Rojo, varios ministros, la presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre y su Alcalde Alberto Ruiz Gallardon junto con lo mas selecto de la comunidad periodística y social de nuestro país.
La fotografía ganadora, pertenece al gran fotógrafo y periodista español Gervasio Sánchez, quien al recibir el premio, agradeció al diario el País y al Heraldo de Aragón donde publico sus primeras fotos en los años ochentas y después en diferentes conflictos del mundo, Afganistán, Angola, Camboya e Irak y muy especialmente las fotografías que tomo en el cerco a Sarajevo.
Para después criticar duramente a todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por Adolfo Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, José Maria Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero quienes utilizan una lengua viperina ya que hablan de paz e intervienen muchas veces de mediadores para resolver conflictos al mismo tiempo que permitieron y permiten la venta de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Duplicando en la legislación anterior la venta de armas y productos bélicos al tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra.
Las armas que circulan por el mundo en los campos de batalla suelen fabricarse en los países desarrollados como el nuestro, España que fue un gran exportador en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo en la ayuda a las victimas y al desminado, donde pasa el tiempo y aun continúan causando destrozos día a día en territorios ya olvidados, pero no para quienes tienen el infortunio de encontrarlas bajo las plantas de sus pies, principalmente a niños que suelen jugar en los descampados.
Es vergonzoso que España siga fabricando hasta cuatro tipos diferentes de bombas de racimo, “tipos de armas prohibidas en la legislación internacional”. Me escandalizo cada vez que veo armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y me avergüenzo de nuestros representantes políticos.
Solamente espero que algún día un presidente del gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.
Después de este mensaje claro y honesto de un español de bien, muy pocos fueron los medios de comunicación que le dieron difusión, además obviando el contenido de su mensaje, solamente las redes sociales de Internet se dieron a la tarea de darlo a conocer.
Seguramente Gervasio Sánchez, como muchos otros que han puesto el punto sobre las ies, nunca más será premiado y ningún trabajo suyo podrá verse en España, pero para muchos de nosotros será un camino a seguir, denunciando desde nuestra libertad de expresión, tan proclamada ella, mientras no pises intereses políticos o económicos, que otro mundo mejor es posible.
Rogelio Diz-Analista político
rdiz51@yahoo.com.mx
Pero con independencia de todo esto, siempre podemos tener la sorpresa que el premiado se salga del guión impuesto por el otorgante del premio y las cosas para ellos se salgan de madre, es ahí cuando se produce el plan B, que consiste en silenciar y aplicar censura para que el glamour del momento sea lo que se le de resonancia y acallar las palabras del premiado si estas se salen del tono impuesto en la premiación.
Solamente que ya en nuestros días, muchas de estas cosas que antes funcionaban y lograban que la gran mayoría no se enteraba de lo que pasaba, hoy gracias a Internet, tenemos una ventana abierta a todos estos sucesos, principalmente para la gente joven que nacieron con las nuevas tecnologías en su corriente sanguínea y los no tan jóvenes que nos hemos subido al carro de ellas aun ha pesar que estas nos llegaron pelin tarde y que por lo mismo nos cuesta más trabajo para avanzar a su misma velocidad.
Este en si, es el preámbulo para contarles lo que ocurrió en la ultima entrega del premio Ortega y Gasset que otorga el diario el País.
Entre los invitados especiales se encontraba la Vice-presidenta del Gobierno Maria Teresa Fernández de la Vega, el Presidente del Senado Javier Rojo, varios ministros, la presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre y su Alcalde Alberto Ruiz Gallardon junto con lo mas selecto de la comunidad periodística y social de nuestro país.
La fotografía ganadora, pertenece al gran fotógrafo y periodista español Gervasio Sánchez, quien al recibir el premio, agradeció al diario el País y al Heraldo de Aragón donde publico sus primeras fotos en los años ochentas y después en diferentes conflictos del mundo, Afganistán, Angola, Camboya e Irak y muy especialmente las fotografías que tomo en el cerco a Sarajevo.
Para después criticar duramente a todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por Adolfo Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, José Maria Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero quienes utilizan una lengua viperina ya que hablan de paz e intervienen muchas veces de mediadores para resolver conflictos al mismo tiempo que permitieron y permiten la venta de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Duplicando en la legislación anterior la venta de armas y productos bélicos al tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra.
Las armas que circulan por el mundo en los campos de batalla suelen fabricarse en los países desarrollados como el nuestro, España que fue un gran exportador en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo en la ayuda a las victimas y al desminado, donde pasa el tiempo y aun continúan causando destrozos día a día en territorios ya olvidados, pero no para quienes tienen el infortunio de encontrarlas bajo las plantas de sus pies, principalmente a niños que suelen jugar en los descampados.
Es vergonzoso que España siga fabricando hasta cuatro tipos diferentes de bombas de racimo, “tipos de armas prohibidas en la legislación internacional”. Me escandalizo cada vez que veo armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y me avergüenzo de nuestros representantes políticos.
Solamente espero que algún día un presidente del gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.
Después de este mensaje claro y honesto de un español de bien, muy pocos fueron los medios de comunicación que le dieron difusión, además obviando el contenido de su mensaje, solamente las redes sociales de Internet se dieron a la tarea de darlo a conocer.
Seguramente Gervasio Sánchez, como muchos otros que han puesto el punto sobre las ies, nunca más será premiado y ningún trabajo suyo podrá verse en España, pero para muchos de nosotros será un camino a seguir, denunciando desde nuestra libertad de expresión, tan proclamada ella, mientras no pises intereses políticos o económicos, que otro mundo mejor es posible.
Rogelio Diz-Analista político
rdiz51@yahoo.com.mx