x Carlos de Uraba
Ya llevo casi seis meses en el paro y para matar el tiempo libre desde que me despierto enciendo la tele. Con el mando a distancia voy pasando los canales a ver con que noticias nos van a sorprender hoy. Ayer hice la compra en el Aldi. El supermercado estaba abarrotado de gente. Se nota que estamos en crisis y no queda otra que ahorrar hasta el último céntimo. Eché al carrito todos los descuentos y ofertas que habían porque hay que apretarse el cinturón si queremos llegar a fin de mes. Las alubias en lata, la carne en lata, el atún en lata, los tomates en lata, la madre que me parió lo más parecido a la comida de los perros. Menos mal que estoy soltero o sino la cosa se pondría bien dramática. Ninguna chavala me determina y no me como una rosca pues soy un mocito viejo más bien chiquito, calvo y se me nota la curva de la felicidad en mi cuerpo serrano.
Parezco una de esas marujas que sólo piensan en escobas y sartenes. Para la comida me haré unos espaguettis con algo de menudencias que compré en la carnicería. Eso sí que no falte un litro de vino Cumbres de Gredos y de tapa unas aceitunitas. Por favor, no todo van a ser golpes en el pecho y flagelaciones. Trabajaba en una fábrica de puertas pero la empresa quebró pues el negocio de la costrucción se fue al carajo. Y a la puta calle chavalote. Ahora como parado recibo una paga de 800 euros al mes durante un año. Después ya Dios dirá. Como todo el mundo ando metido en deudas; que si el alquiler del piso,el gas, la luz, el teléfono móvil, los vicios, el tabaco, el porro, el cubata, la cerveza y sin contar la pasta que les paso a mis viejos que están a dos velas pues su jubilación no les alcanza ni para las pipas.
En la televisión ya ha comenzado el festival del cotilleo: que si el Conde Lequio, Pitita Ridruejo, José Tomás, la Infanta Helena, el Duque de Lugo, doña Letizia, Ana Obregón, en fin, una sarta de
fantoches que nos mantienen hipnotizados con sus batallas y aventuritas.
De repente un flash y estalla la bomba. De imediato los tertulianos se echan las manos a la cabeza. Atención: Cristiano Ronaldo, ese jugador del Manchester, el icono de los gays, un niño bonito que dicen es el mejor jugador del mundo ¡ha fichado por el Madrid! Por el Madrid ¡joder! vamos a jartarnos de fútbol unos cuantos meses o quizás años. Pero no puede ser la suma que le han
pagado a este mequetrefe: 94 millones de euros. 94.000.000 MILLONES DE EUROS ¡me cago en Dios! El contrato más caro en toda la historia del fútbol. 40.000 millones de las antiguas pesetas que no es
cualquier bicoca.
No, si es que con ese dinero podrían construir cuatro o cinco universidades y varios hospitales. Y todos tan panchos. ¡Me cago en la puta! No sé qué hacer si tirarme de los pelos o darme de ostias
contra la pared. En este país debemos estar todos locos. Pero que se habrán creído con la que está cayendo, la crisis y los parados, más los millones de miserables que tienen que sobrevivir con la sopa boba de Cáritas, ni hablar de la recesión mundial que trae a los yanquis por la calle de la amargura y nosotros toma Cristiano Ronaldo. Claro, es que somos los más guapos y vacilones. Y yo aquí chupándome el dedo frente al televisor aguantando estas gilipolladas. Dicen que Cristiano va a ganar 80.OOO euros diarios, o sea, en un día más que lo que me pagan en media vida. Esto es una provocación. Si es que habría que formar un comando que de caña y al menos les meta miedo a estos canallas ¿dónde está la furia española? es que tenemos la sangre de horchata ¡cojones!
Se me han quitado las ganas de desayunar, parezco una cucaracha en comparación a este efebo galáctico. Y por no hablar de la situación de los ancianos, de las viudas, deplorable, unos trastos en el desván, más los contratos basura, ni que decir del despelote que hay montado con los inmigrantes y ala los reyes de juerga junto a su hijito don Felipe y la Letizia allá en Mallorca a bodo de su yate dedicados a las francachelas y comilonas. Esto es un cachondeo. Por ese ídolo de
los gays, un musculoso atleta que no hace sino pegarle patadas a una pelota 94 millones de euros por la cara y todos tan a gusto y santas pascuas.
Bajo al kiosko de la prensa y al que no quiere sopa se le dan dos tazas. Los titulares no mienten: que si Cristiano de blanco o, mejor dicho,de merengue, que si es el fichaje del siglo, que viene a
resucitar al Real Madrid, que con el tal Florentino el club va a recuperar el orgullo perdido. Florentino, el rey Midas del fútbol, un mago de las finanzas. Este no es más que un mangante qué quién sabe de dónde habrá sacado tanta pasta, tal vez del dinero negro, de los pelotazos o producto de los chanchullos con los banqueros o vaya a saber si esas pelas nos las ha birlado de nuestros propios impuestos. Porque de la venta de camisetitas, pines y las cuotas de los socios me parece que la cosa no da para tanto.
Esta visto que en el país de los catetos el más pícaro es el rey. Y lo peor de todo es que en el bar de Pepe la gente elogiando al tal Cristiano de los huevos: que patea como dios, que su regate es el de un goleador nato, que a balón parado es un monstruo… ¡Qué va! Este de Cristiano no tiene sino el nombre pues es un gamberro de mucho cuidado. Y mira por donde un montón de obreros, albañiles, de parados e inmigrantes con una sonrisa de oreja a oreja como si les hubiera tocado la lotería ¡hala al Madrid! Vaya que fácil es levantarle la moral a estos pobres diablos. No me sorprende pues en un mundo cada día más aburrido y estúpido se necesitan emociones fuertes que nos hagan sentir vivos. A los paniaguados se les cae la baba pues tio Florentino les ha comprado un juguetito portugués para que se entretengan esta temporada. Y encima hablan con tal arrogancia que parece como si hubieran participado en la exitosa transacción: hemos pagado 94 millones de euros, joder, ¿qué más queréis? A por ellos.
En este río revuelto los gays de plácemes pues ya tienen un fetiche con el que inspirarse en las largas noches de invierno. Un puto niñato que se trasnocha en las discotecas con cuatro o cinco mozas y seguro mozos, pues me temo que patea con las dos piernas, igual que el otro Ronaldo y hasta le metera al perico como el pillo del Maradona. Pero qué más da a éstos les consienten todos los pecados y de paso los santifican.
Vuelvo al piso y en el televisor sigue la cháchara, que Cristiano Ronaldo es el revulsivo, que su musculatura es de acero, los pendientes que luce en sus orejillas son diamantes puros que reafirman
su personalidad, que sus piernas están aseguradas en 100 millones de euros, que si se le marca el paquete o no, que guay el peinado a lo mohawk, vaya culo respingón y su sonrisilla de pícaro gigolo mata a más de una, no le falta glamour al chico y todos los caprichitos: los cochazos, el avión privado, sus novias París Hilton y otras prostitutas de lujo que caen derretidas entre sus brazos. La elegancia del jugador no admite comparación, es el más sexy, las marcas más reputadas se lo pelean, más millones al bolsillo a cuenta de la publicidad; Cristiano Ronaldo en los perfumes, Cristiano Ronaldo en los vestidos, Cristiano Ronaldo hasta en la sopa. Vale ya, vale ya, que si una mansión en Londres, otra en Madrid, otra en Lisboa que se miden por hectáreas mientras yo metido en este pisito que más bien parece una caja de zapatos de 30 metros cuadrados en donde para que entre el sol hay que salirse.
Definitivamente vivimos en un país donde sólo triunfan los tarados, bufones, truhanes, toreros, tonadilleras, vividores, caso Gurtel, trajecitos; Manuel Chávez, regalitos, corrupción, reyes y principes, putas, putos, cabrones, cornudos y una extensa fauna de parásitos y zánganos de mucho cuidado.
De una ostia apago la tele. Estoy tan cabreado que me dan ganas de cometer una locura. Lo mejor es que me vaya a tomar el sol al parque a ver si en la naturaleza encuentro algo de consuelo. Y mira por donde apretujados en los bancos los viejos como cacatúas no hablan de otra cosa: que Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo, que con este ya somos campeones de liga, que los del Barça deben estar muertos de la envidia, que el alcalde de Madrid va a lanzar la candidatura de la ciudad para el mundial de fútbol del 2020.
Bueno, hay que ser comprensivos con los jubilados porque al final de nuestros días todos chocheamos. Esto ya es demasiado y por no aguar la fiesta blanca me resigno y callo. ¡Tierra trágame, adónde podré escapar lejos de tanta bazofia!
Qué país más inculto e ignorante, se ve que nos va la marcha. Y mientras nosotros los pringaos, los currantes a sudar la gota gorda para que los señoritos disfruten y vagabundeen a sus anchas. Esta es
una bofetada a todos los españoles y también al mundo entero. El Real Madrid no es más que un un equipo fachas plagado de sinverguenzas. ¿A qué podía aspirar a el club favorito del Rey y de Franco? Lógico, a ser el más poderoso de la tierra. Y encima la mayoría de los jugadores ni tan siquiera son de aquí. Qué amor por la camiseta ni que ocho cuartos si no son más que una manda de mercenarios que se venden como putas al mejor postor.
No me queda otra que largarme al piso a seguir bebiendo el tetra brick del vino de Gredos. Prefiero encerrarme como un ermitaño en mi cuarto donde tal vez encuentre algo de comprensión junto a mi amante Sophie, la muñeca hinchable que me compré en el sex shop de la esquina. El sexo al menos tiene la virtud de relajarnos y hacer que olvidemos los golpes bajos que nos da la vida.