La querencia de los estadounidenses por las armas hacen tiempo que rebasó ya todos los límites de la locura y la peligrosidad. Pero ahora dan un paso más.
El fiscal general del estado de Virginia opina que los ciudadanos del estado podrían llevar armas como protección en lugares de culto, mientras se llevan a cabo los servicios religiosos, según informa el diario The Washington Post.
El fiscal, Ken Cuccinelli II, hizo mención en su web en el derecho de los estadounidenses de portar un arma en legítima defensa, según la Constitución de EEUU.
Propiedades privadas
Pero Cuccinelli destaca que los lugares de culto, tales como iglesias o sinagogas, son propiedades privadas, y por lo tanto son libres de restringir o permitir las armas de fuego en ellas.
Según The Washington Post, la opinión de Cuccinelli es meramente consultiva.